La sopa miso que cautivó

La habitación era auténtica y acogedora, con tatami y futón. La ubicación es excelente, muy cerca de la estación de tren y lugares por explorar. La cocina está bien equipada, así que disfruté charlando mientras preparaba mi té.

El baño compartido no siempre estaba en las mejores condiciones y la presión del agua en la ducha podía ser un poco baja. No había suficiente espacio en el baño para dejar mis cosas sin que se mojaran.

Lleva contigo tus propias chanclas para la cocina, ya que es un requisito y te hará sentir más cómodo al entrar.

La ubicación es increíble, a solo 5 minutos de la estación de tren central y a 15 minutos de Gion. La cocina está equipada con té y café gratis, lo que es un buen detalle para reponer energías después de un largo día.

Los futones tenían manchas y resultaron incómodos, además de que muchos huéspedes no eran muy limpios, lo que se notaba en la cocina y el baño. La ducha era pequeña y la presión de agua no era suficiente. el baño compartido no siempre estaba en las mejores condiciones, y la falta de lockers para la seguridad de las maletas fue una gran desventaja.

La ubicación era perfecta, a solo 5 minutos de la estación de tren. El personal fue increíblemente amable, especialmente Omiko. La cocina/living room era una gran ventaja para preparar comidas y socializar con otros huéspedes.

La cama era un poco dura.

Estuve con un grupo de amigos y nos encantó la ubicación, a solo 10 minutos de la estación. El servicio fue super amable y atentos a nuestras necesidades. Disfrutamos la cocina bien equipada y nos guardaron las maletas mientras explorábamos las calles. Un gran lugar para conocer otros viajeros.

Aunque todo fue genial, la presión del agua en la ducha podía ser un poco baja, lo que fue un pequeño contratiempo.

La habitación era amplia y tenía una experiencia auténtica con tatami y futón. La cocina estaba equipada con té y café gratis, lo cual fue un buen detalle. Disfruté poder pedir ayuda para mis maletas. Sin duda, el ambiente era acogedor y agradable. ¡Repetiría sin pensarlo! 😊

La ubicación era simplemente ideal, a solo 5 minutos de la estación de tren de Kioto. El personal siempre amable, especialmente Omiko, quien nos ayudó con varias preguntas. Las habitaciones eran pequeñas, pero suficientes para dejar nuestras cosas. La cocina y la sala común estaban bien equipadas para preparar comidas y hacer mingles con otros viajeros. A pesar de la amabilidad del personal, la cama era bastante dura, lo que hacía difícil dormir bien. La experiencia en general fue buena, pero la incomodidad de la cama fue decepcionante.

Una estancia inolvidable

Disfruté del ambiente acogedor y la atención del personal, que siempre estaba dispuesto a ayudar. La sala común ofrece un espacio cómodo para conocer a otros viajeros. Recuerda llevar chanclas para la cocina, ya que es obligatorio quitarse los zapatos al entrar. Te sentirás como en casa.

La habitación era amplia y tenía esa vibra auténtica con tatami y futón. Aunque el futón es un poco duro, me gustó la experiencia. Tenía lo básico para descansar, pero la limpieza podría mejorar, ya que no repusieron el gel y las toallas eran de alquiler. Las instrucciones para el futón estaban claras, así que no tuve problemas con eso. Y, a pesar de no tener elevador, el personal me ayudó con las maletas, lo cual fue un alivio.

estuve 3 noches en el hana hostel y la pasé genial. el personal es super amable y siempre listo para ayudar. la ubicación es increíble, a un paso de la estación de kyoto. el camarote era amplio y cómodo para dejar mis cosas. además, tienen mucha info útil sobre kyoto y los alrededores. Definitivamente volvería. me encantó.

la limpieza podría mejorar un poco y a veces hay ruido cuando la gente entra y sale.

Me encantó mi estancia, especialmente la cocina bien equipada y la comodidad de la habitación. Definitivamente volvería, todo fue mejor de lo esperado.

La ubicación es ideal para explorar Kioto y cerca de la estación. El ambiente es cómodo, y admiro que no se permiten zapatos. Sin embargo, lo que realmente nos impresionó fue la calidez del personal, que fue muy amable con nosotros, especialmente cuando llegamos tarde.

Según mi mujer, la limpieza en general podría mejorar, especialmente en los baños que se ven muy transitados. Un poco más de atención a esos detalles haría la experiencia más agradable.

La habitación tenía tatami y futón, lo que fue una experiencia auténtica. No hay elevador y subir las maletas al tercer piso fue un poco complicado. El personal fue increíblemente amable y me ayudaron a encontrar buenos lugares para comer.